
Cómo saber desarrollar aplicaciones para empresas
Desarrollar aplicaciones a empresas cuando éstas lo solicitan dando más importancia al presupuesto de desarrollo que a la parte de análisis, ya empezamos mal.
Cuando un programa se desarrolla bajo la experiencia de un proceso ya maduro, asentado y en perfecto conocimiento, transcribirlo a un programa informático permite que se revolucione mejorando y agilizando, ya no sólo por el hecho de introducir ordenadores; es la organización informática la que vuelve a reactivar la creatividad, abriendo aún más si cabe las posibilidades de mejorar las casuísticas del problema.
Saber qué aplicaciones desarrollar para su posterior explotación es conocer primero bien la empresa, cómo «respira», qué hace todo momento, cuándo y cuánto sufre, y sobre todo, dónde flojea. Hasta ahora se ha desarrollado software saliendo poco de la oficina, sin apenas «convivir» con quien va ser la pareja de baile durante mucho tiempo. Hay que escucharla, mirarle fijamente a los ojos sin pisarle, conocer mejor su dolor, cuanto más cerca mejor, escuchar su respiración, horas, días, en definitiva, empatizar. Lo que quiero decir es que el analista informático tiene que dedicar más tiempo a conocer la vida diaria del cliente antes de resolver una necesidad.
Por ejemplo la creación del programa informático para la gestión de fotocopiadoras, se ha hecho desde el propio terreno, junto a los técnicos que reparan fotocopiadoras, el informático que las configura y también repara, su día a día, sus momentos de agobio que en numerosas ocasiones piensan que se podrían resolver con software. Buscan soluciones ya existentes y se encuentran productos mediocres, sin atajar los pequeños detalles que son los puntos de dolor. Por otro lado son poco flexibles por lo que añade otro escalón más a la dificultad de mejora.